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Consuma una dieta bien balanceada: concéntrese en consumir una variedad de alimentos integrales y sin procesar, como frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables. Evite los alimentos procesados y azucarados tanto como sea posible.
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Manténgase hidratado: beber suficiente agua es importante para mantener la salud y el bienestar en general. Trate de 8-8 onzas de agua por día.
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Haga ejercicio con regularidad: Trate de hacer al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio de intensidad vigorosa por semana. Esto puede incluir actividades como caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o levantar pesas.
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Duerma lo suficiente: los adultos deben aspirar a dormir de 7 a 9 horas por noche. Dormir lo suficiente es importante para mantener la salud física y mental.
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Controle el estrés: el estrés crónico puede tener un impacto negativo en su salud. Trate de encontrar formas saludables de controlar el estrés, como hacer ejercicio, meditar o hablar con un profesional de la salud mental.
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Practique una buena higiene: lávese las manos con frecuencia, cúbrase la boca y la nariz cuando tosa o estornude, y evite el contacto cercano con personas enfermas para reducir el riesgo de enfermarse.
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Hágase chequeos regulares: es importante visitar a su profesional de la salud para chequeos y exámenes de detección regulares para ayudar a identificar y abordar cualquier problema de salud potencial desde el principio.
Siguiendo estos consejos, puede ayudar a mantener su salud y bienestar general.